HISTORIA INSTITUCIONAL DEL COLEGIO SOR JUANA INES DE LA CRUZ, A.C.

Nuestra historia empieza con la del inicio de la vida del Padre Antonio Repiso Martínez de Orbe S.J. Nació en Venta de Córdoba, Estado de México, el 8 de febrero de 1856. Fue Hijo de Don francisco Repiso y de Doña Carlota Martínez Orbe; él fue el más pequeño de los cuatro hermanos que conformaban la familia y el único varón.

A la edad de doce años sintió el llamado de Dios a la vida sacerdotal y comunicó esta inquietud a su papá, el cual desaprobó la idea prohibiéndole tal estado de vida, contra la voluntad de su padre, Antonio Repiso se inscribió como alumno externo en el Seminario Conciliar Tridentino de México y comenzó sus estudios el 8 de enero de 1870, cuando tenía 14 años.
Al terminar sus estudios, a la edad de 25 años, fue ordenado sacerdote por el Ilustrísimo Señor Arzobispo Pelagio Antonio Labastida y Dávalos, Arzobispo de México, en la Iglesia del antiguo convento de la Concepción, el día 20 de marzo de 1881. El día 25 de marzo de 1881 Antonio Repiso celebró su primera Misa en la Iglesia de Iztacalco. El 26 de marzo, recibió su primer nombramiento como vicario en la parroquia Archipresbiteral de Nuestra Señora de Guadalupe en la Villa de Guadalupe.
El 31 de mayo de 1883 fue trasladado a la parroquia de la Asunción de Pachuca, en el Estado de Hidalgo y desempeñó este cargo hasta el 4 de mayo de 1884. De la Asunción fue trasladado a Villa Victoria; El 10 de mayo de 1884 fue nombrado vicario fijo de la parroquia de Villa Victoria en el Estado de México y se separó el 17 de julio de 1889.
En 1889 recibió el nombramiento de párroco de la parroquia de San Andrés Chiautla, perteneciente al distrito de Texcoco, donde estuvo del 20 de julio de 1889 al 28 de septiembre de 1891, en este lugar trabajó incansablemente como párroco. Construyó un colegio parroquial para los niños.
De San Andrés Chiautla fue trasladado en calidad de cura coadjutor a la parroquia de Xochimilco en el Distrito Federal; llegó el 30 de septiembre de 1891 y estuvo hasta el 2 de agosto de 1893. Aquí construyó un internado y una escuela parroquial para niños. El mismo 2 de agosto dejó la parroquia de Xochimilco para ingresar a la Compañía de Jesús que se encontraba en San Simón en el Estado de Michoacán. Obtuvo el permiso del Ilmo. Señor Arzobispo de México Don Próspero María Alarcón.
El 18 de septiembre de 1893 hizo su primera profesión después de pasar las pruebas del noviciado. En 1896 tuvo que repasar la Teología Moral, habían transcurrido ya bastantes años del tiempo en que la había estudiado y autores recientes habían puesto al día algunas cuestiones.
Después de dos años de haber ingresado en la Compañía de Jesús, el Padre fue destinado a la casa de los jesuitas en la ciudad de Oaxaca, en 1897, llegó como operario con el Padre Paderme; permaneció allí cinco años. Siendo residente en ésta gustaba de hacer recorridos por los barrios y personalmente se dio cuenta de la pobreza y miseria que se fue generando por motivo de las Leyes de Reforma que también ocasionaron persecución religiosa, y del abandono de los niños por la necesidad que tenían sus padres de trabajar por lo que los dejaban solos todo el día. También veía la falta de valores cristianos en los jóvenes y su desorientación por causa de sus hogares desintegrados y de la educación laica.
En el ambiente político-económico de la época, siendo presidente de la República Mexicana Don Porfirio Díaz (1884 -1911), la nación entera cruzó por una crisis económica de deuda en el exterior por lo que el presidente favoreció la inversión de capitales extranjeros en el país. Los artesanos no pudieron resistir la competencia de las grandes empresas y se convirtieron en asalariados. La economía de autoconsumo cedió el lugar a la economía mercantil. Esta realidad obligó a la gente más pobre a buscar nuevas formas de subsistencia.
Toda esta realidad de ignorancia y pérdida de valores así como su amor a la niñez y a la juventud abandonadas, lo impulsó a hacer algo para reparar los males que causaba el pecado individual y social en los hombres y mujeres. Y, fiel al Evangelio, como buen Pastor, fue en busca de los más necesitados; esta situación le hizo sentir la necesidad de más pastores consagrados a los pobres y a los jóvenes.
El 15 de noviembre de 1898 tuvo la moción de fundar una Congregación religiosa de mujeres con la espiritualidad Ignaciana y teniendo a Jesús Pastor como modelo. A través de la dirección espiritual y de su asiduidad al confesionario, encontró jóvenes generosas, dispuestas a entregarse al Señor y a los más necesitados por medio de la consagración religiosa.
El Padre Antonio Repiso, S. J., en su inspiración, contemplaba a Jesús lleno de mansedumbre, como un PASTOR que cuida sus ovejas, abriendo la puerta del aprisco para que puedan entrar las que vienen tras Él, sosteniendo en sus brazos a una oveja débil y teniendo a sus pies a otras ya descansando.
El 14 de enero de 1900 fundó la Congregación del Divino Pastor en Oaxaca con el permiso del Padre Provincial José Alzola, S.J. y la autorización de la sagrada Mitra que concedió el Vicario General en ausencia del Ilmo. Señor Arzobispo Eulogio Gillow y Zavala.
El 9 de enero de 1902 salió de Oaxaca destinado a la residencia de Puebla como misionero que debía recorrer toda la diócesis. De ahí fue enviado al noviciado de San Simón, en el estado de Michoacán donde fue nombrado Padre Ministro.
Su fama de santidad se reflejó en el ejercicio de las virtudes que le vieron practicar, fue un modelo para los novicios. El 15 de agosto hizo su profesión perpetua. Como buen Padre Fundador siguió acompañando al caminar de la Congregación, trasmitiendo a través de escritos sus deseos y orientando a las Hermanas para dar Mayor Gloria a Dios por medio de la Congregación. El padre Repiso dejó en libertad y en autonomía a las Hermanas para que tomaran decisiones que ayudaran al crecimiento de la Congregación pero siempre buscaran realizar la Voluntad de Dios en todo lo que se pretendía
En 1904 fue enviado a fundar la residencia en la ciudad de Chihuahua atendiendo el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. El 27 de junio de 1905 llegó a Nonoava, Chihuahua acompañado del Hermano Coadjutor José Dolores Aguilar, S.J. allí derramó durante 15 años el buen olor de Cristo; realizó un apostolado intenso y fecundo en plena Sierra Tarahumara. Organizó su parroquia de tal manera que favoreciera la piedad y el crecimiento en la virtud. Organizó a los grupos de catecismo para los niños. Prestó servicio médico curando con homeopatía. Visitó siempre los pueblos y ranchos de la parroquia a pie o a caballo. Se distinguió por el don de guiar a las personas a su crecimiento espiritual. En 1906 abrió una escuela parroquial para niños que atendía un Hermano Jesuita, la de niñas estaba atendida por las religiosas Siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los pobres.
En 1910 sufrió los efectos de la Revolución Mexicana, los sacerdotes extranjeros fueron expulsados de la misión, él se quedó en la misión por ser mexicano, corriendo los peligros de la revolución. En 1911 abrió un hospital en Nonoava para atender a los heridos víctimas de las luchas de los revolucionarios.
El 2 de octubre de 1920 fue nombrado superior de la residencia de Tepotzotlán en el Estado de México y Párroco. El 28 de julio de 1923 fue nombrado superior de la residencia de León, Guanajuato y operario del santuario de Nuestra Señora de Guadalupe. En 1926 mostró su gran caridad alojando a las personas afectadas por la inundación del 26 de junio: la casa de Ejercicios se llenó, en cada cuarto vivía una familia, fueron más de 400 personas con quienes compartió todo lo que tenía en la comunidad.
Durante los años de 1926 - 1929 el Padre Antonio Repiso se ocultó en casas particulares a causa de la persecución religiosa, fue en ese tiempo el apóstol de la Eucaristía, tenía Sagrarios repartidos por todo León, Guanajuato y repartía miles de comuniones cada semana. Nunca negó durante ese tiempo los sacramentos a quienes lo solicitaron.
El día sábado 27 de julio de 1929, murió en olor de santidad en León, Guanajuato a causa de una llaga cancerosa que cubría toda la espalda y que sufrió por 27 años.
El Padre Antonio Repiso, S.J. fue el Pastor Solícito de las ovejas encomendadas a su cuidado, su vida puede resumirse en las siguientes expresiones:
• Dios en todas las cosas
• La felicidad en el olvido de sí mismo y entrega a los demás
• El sufrimiento como expresión de amor
• La Mayor Gloria de Dios en el servicio humilde y constante
El Padre Antonio Repiso, S.J. fue el Pastor solícito a las ovejas más necesitadas, empobrecidas, respondiendo siempre a las necesidades de la realidad; buscando la formación integral de niños-as y juventud desorientada. Es loable admirar su amor por ellos porque:
• Fundó varias escuelas parroquiales
• Nunca fue director ni maestro de las escuelas, buscó siempre lo mejor para su formación
• El P. Repiso no elaboró un modelo educativo que le llamara así
• Responde a una necesidad: 90% de mexicanos analfabetos
• Atiende de manera preferencial a los más pobres
• Dirige a las Hermanas, en esta línea de trabajo.
• El Modelo Educativo del P. Antonio Repiso se deduce de sus escritos
• Buscó proyectar su vida en servicio y compromiso social
La Congregación concretizó parte de su misión con la fundación de los colegios Divino Pastor que tienen como principio fundamental el hacer todo “A Mayor Gloria de Dios” (A. M. D. G.). En cumplimiento de su tarea educativa, se inspiran en la Pedagogía de Jesús Pastor y en el Modelo Educativo del Padre Antonio Repiso S. J., que tiene como objetivo formar hombres y mujeres críticos, con actitudes de servicio para que sean Buena Nueva ante la realidad actual. Este es el núcleo de nuestra identidad y de nuestra entrega.
Por tal motivo, ofrecemos una formación integral de calidad a toda la Comunidad Educativa, dentro de nuestro contexto social, cultural, urbano, regional y nacional, impregnada de la espiritualidad de Jesús Pastor.